Lo Básico

por Graciela Patricia Leon en August 01, 2022

Pese a los buenos y múltiples esfuerzos de las escuelas por impedir que la calidad educativa decayera, es innegable que la educación en línea o híbrida limita las experiencias de aprendizaje de los alumnos.


La educación en línea o híbrida permitió avanzar en el desarrollo de habilidades cognitivas y en el abordaje de algunos de los temas o contenidos de las asignaturas. También permitió la adquisición de nuevos hábitos y dinámicas, como lo son: preparar el material de manera autónoma, el uso de las tecnologías como herramientas para continuar aprendiendo, la cercanía con los padres de familia.


Sin embargo, existen otros aspectos que se vieron limitados y que son fundamentales para el aprendizaje en las escuelas, nos referimos al autoconocimiento y la socialización.


Y es que estos aspectos no pueden ser sustituidos ni dados por vistos, por eso invitamos a regresar a lo básico.

Es conveniente ofrecer a las niñas y los niños un regreso que los acompañe en el enriquecimiento del aprendizaje que sí lograron en los dos años anteriores, al mismo tiempo que se les brindan nuevas experiencias para fomentar los hábitos propios de la educación presencial.


Inviertan tiempo en fortalecer hábitos de atención, socialización, autoconocimiento, flexibilidad y organización.
Posiblemente uno de los hábitos más difíciles de retomar es el poner atención, consideren que muchos de los alumnos al estar en casa tenían más estímulos y libertad para explorarlos.


La socialización está estrechamente ligada con el autocontrol, así que, generen espacios de conversación entre compañeros, que practiquen esperar turnos, escuchar, ser escuchados, mantenerse en un tema, estar alerta, respetar los tiempos.
También es importante permitir que expresen sus emociones, las preocupaciones que tenía antes de regresar a la escuela, ¿cómo se siente de estar ahí?

Realicen juegos de mesa, actividades en equipo, lecturas compartidas, así al mismo tiempo que socializan también se autoconócen.

Llévenlos a espacios abiertos, que aprendan con el cuerpo en movimiento, esto permitirá trabajar autocontrol y autoconocimiento.
La flexibilidad y organización son fundamentales pues, aunque el panorama parece más o menos estable en cualquier momento puede cambiar, y necesitamos estar preparados, con alumnos cada vez más autónomos.


Es imposible dedicar mucho tiempo a este tipo de actividades, pero si damos breves espacios o dedicamos algunas pausas activas a ello, empezaremos a acrecentar la seguridad de los alumnos.


Los alumnos en ambientes seguros, donde su bienestar es priorizado aprenden mejor.

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